Un artículo ciertamente asombroso (sic...)

El artículo de la politóloga Laia Balcells, que recientemente fue publicado en El Periódico de Catalunya bajo el título 'Pactos y gobiernos de coalición', me tiene sumamente intrigado. Intrigado al no ser capaz de averiguar de dónde extrae tantas conclusiones positivas asociadas a las supuestas bondades de aquellas formas de gobierno "en las que no manda un solo partido sino que las decisiones se toman de forma colegiada entre distintas fuerzas gubernamentales".

En opinión de Balcells, "la idea de que un gobierno de coalición puede funcionar y sacar adelante un país, municipio o comarca parece descabellada para algunos". Balcells manifiesta su sorpresa "desde un punto de vista analítico" para señalar que "los gobiernos de coalición son la forma natural de los sistemas parlamentarios". Pero, en el referido artículo, la perspectiva analítica de la politóloga va mucho más allá: "Formar gobiernos a partir de mayorías de representantes es parte del juego político en estos contextos (...) para sentenciar que "los ciudadanos son conscientes de ello y votan teniendo en cuenta esa premisa" y achaca dicha sentencia a que "todo el mundo habla de las coaliciones que probablemente se formarán". No salgo de mi asombro. Y esto es sólo el principio.

Personalmente creo que, en contra de lo que suelen señalar algunos articulistas, los ciudadanos votan precisamente sin tener en cuenta esa premisa. O incluso, mucho mejor dicho, los ciudadanos (cada vez más) votan menos como forma para demostrar su descontento por la formación de gobiernos a partir de la suma de minorías que, en su conjunto, constituyen una mayoría de representantes. Es decir, justamente lo contrario a lo que apunta la articulista. Y es que, en el fondo, los votantes -como también los no votantes catalanes- no somos tan sofisticados como piensan algunos.

Finalmente, en opinión de Balcells "los gobiernos de coalición aportan otro tipo de ventaja: fomentan un enriquecimiento del electorado" (...) por lo que "tener gobiernos multicolor en nuestras instituciones parece una buena garantía de salud democrática y cívica para el país". Realmente, después de tener en cuenta todas estas consideraciones y otras que, por no parecer en exceso taxativo, preferiría omitir: ¿hacen falta más comentarios acerca de todo lo que apunta Balcells en su artículo? en mi humilde opinión, el escrito es de verguenza ajena, no se sostiene, y es un insulto a la inteligencia de muchas, demasiadas personas (que NO exclusivamente votantes -sic-).

ACTUALIZACIÓN: http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=423117&idseccio_PK=1006&h=070710