Elogio de las nuevas tecnologías
El Foro de Editores, cita anual mundial que este año se ha celebrado en Ciudad del Cabo, elogia las nuevas tecnologías:
El subdirector de The New York Times, Johathan Landman, describió cómo las nuevas tecnologías han llegado a hacer que su periódico se mudara a un nuevo edificio. "La redacción de mi periódico es un lugar de creatividad incesante y la proximidad física estimula la productividad intelectual", dijo Landman. En la nueva redacción ha desaparecido el cubículo y se ha dado paso a la transparencia y la colaboración entre periodistas, editores, diseñadores gráficos, programadores, ingenieros y todo el personal involucrado tanto en la publicación impresa como por internet.
En cuanto a los cambios en la organización interna de las redacciones, Landman destacó que ahora están abiertas y en pleno funcionamiento las 24 horas del día los siete días a la semana.
¿Significa eso que hará falta incrementar las dotaciones de profesionales cualificados para trabajar en las redacciones digitales de los periódicos?
Esperemos que así sea. O mejor, qué diablos, para qué esperar: ¡que asi sea!
El subdirector de The New York Times, Johathan Landman, describió cómo las nuevas tecnologías han llegado a hacer que su periódico se mudara a un nuevo edificio. "La redacción de mi periódico es un lugar de creatividad incesante y la proximidad física estimula la productividad intelectual", dijo Landman. En la nueva redacción ha desaparecido el cubículo y se ha dado paso a la transparencia y la colaboración entre periodistas, editores, diseñadores gráficos, programadores, ingenieros y todo el personal involucrado tanto en la publicación impresa como por internet.
En cuanto a los cambios en la organización interna de las redacciones, Landman destacó que ahora están abiertas y en pleno funcionamiento las 24 horas del día los siete días a la semana.
¿Significa eso que hará falta incrementar las dotaciones de profesionales cualificados para trabajar en las redacciones digitales de los periódicos?
Esperemos que así sea. O mejor, qué diablos, para qué esperar: ¡que asi sea!
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