Sobre el 'caso Sergi Xavier'

Tras haberse producido una condena social enérgica y unánime del suceso,creo que todos podemos afirmar abiertamente que el caso de la agresión del inadaptado social Sergi Xavier M. M es un hecho aislado, muy concreto y puntual, que lleva implícitas unas connotaciones personales y familiares y, por tanto, es cuando menos injusto generalizar un supuesto racismo o machismo --mayoritariamente inexistente-- en la sociedad de acogida española. En mi opinión, la noticia no merece más eco del que ya se ha provocado amplificando la agresión desde determinados medios de comunicación, organizaciones y asociaciones de diversa índole.

Me gustaría percibir tanto entusiasmo por parte de los manifestantes, que han exhibido con orgullo los colores de su bandera como expresión de repulsa y condena de este tipo de agresiones cuando es uno de los "suyos"quien protagoniza un acto violento o un episodio de agresividad similar, lo cual lamentablemente ocurre con mayor o menor frecuencia, pero no obtiene más repercusión en los medios que la que se le da, que es infinitamente poca en comparación al revuelo que se ha armado a raíz de la injustificable agresión en el metro a la menor ecuatoriana por parte de Sergi Xavier, ya que afortunadamente en este caso, no hay que lamentar daños psicológicos* ni lesiones físicas** de gravedad.
(*tras someterse la víctima a reconocimiento médico, no se han probado secuelas psíquicas* ni daños físicos**).

El juez ya ha dictado un auto y no creo que deba llevarse aún más lejos tan lamentable asunto. Por último, flotan en mi cabeza dos interrogantes: ¿dónde estaba la Canciller ecuatoriana cuando emigrados y compatriotas suyos residentes en nuestro país han cometido agresiones de tipo salvaje, incidentes que han llegando a cobrarse incluso víctimas mortales? ¿Por qué a veces Ecuador considera "asunto de Estado" a sus emigrantes haciendo acto de presencia representantes y mandatarios suyos en nuestro país como elemento de repulsa y presión, y otras veces oficialmente no hacen ni dicen nada?

ACTUALIZACIÓN: CÁRCEL COMO ÚLTIMA MEDIDA

La prisión preventiva no debe ser la primera respuesta ante cualquier hecho de perfiles delictivos, sino la "última medida" para los casos en que es necesario garantizar un juicio justo y efectivo, según Ramón Llena, portavoz en Catalunya de la asociación Jueces para la Democracia. "Nunca puede convertirse en una condena previa o anticipada", alega el jurista en un comunicado. En su opinión, "las exigencias y presiones poco respetuosas con la ley se convierten en invitaciones a la arbitrariedad injusta por naturaleza".

Exactamente.